El misionero claretiano Fernando Villa, exprovincial de Euskal Herria, murió el 24 de septiembre en San Sebastián a los 82 años. «Toda una radiografía de un misionero claretiano en tantas y variadas presencias como formador, hombre de gobierno y ministerio parroquial. Un buen hijo del Corazón de María y aventajado discípulo de Claret», en palabras del superior de su comunidad, el misionero claretiano Josu M. Alday.
Nació en Bilbao el día 1 de enero del año 1939. Después de una niñez vivida en el barrio bilbaino de San Francisco, alumno del colegio de las Mercedarias y Corazón María de los Misioneros Claretianos y dos años en la Escuela de Comercio, inició su experiencia vocacional en el Postulantado de Balmaseda (Bizkaia) en los años 1953-1955.
Al finalizar el Noviciado en Agurain-Salvatierra (Araba) profesó como claretiano en 1956. En Santo Domingo de la Calzada cursó tres años de Filosofía (1956-1959) y cuatro de Teología en el Claretianum de Roma (1959-1963) donde hizo la Profesión perpetua en el año 1960.
Ordenado sacerdote en la Comunidad-Colegio de San Sebastián (1963) era destinado a Castro Urdiales (1965) como auxiliar del Seminario, primero y prefecto del seminario de Balmaseda después (1965-1968). Después de un año sabático en Madrid (1968-1969) continuó como formador en Agurain-Salvatierra (1969-1970), Bilbao (1970-1972), Vitoria (1972-1974), Bilbao (Superior Provincial 1974-1980), Askartza-Claret (1980-1984), Bilbao (Formación 1984-1986 y Parroquia 1986-1998).
Fue coadjutor de la parroquia Mariaren Bihotza en San Sebastián (1998-2004) y desde el año 2004, Párroco en San Pío X (San Sebastián) hasta su fallecimiento el 24 de septiembre del año 2021, a sus 82 años de vida