Unas familias de la Vila de Gràcia, ante el cambio cultural y tecnológico que estaba viviendo la sociedad, soñaron con una escuela que transmitiera a sus hijos cultura y valores dentro de un clima de responsabilidad y diálogo. La comunidad claretiana, arraigada en el barrio, y consciente de la nueva realidad, aceptó el reto de llevar a cabo este proyecto ilusionante e innovador, que en 2021 suma 150 años. Pero en 1871 todo estaba por hacer. Sólo tenían una pequeña sala y por mobiliario unos tablones: unos hacían de mesa y otros para sentarse.
Ciento cincuenta años incluyen todo un historial de confianza, de diálogo y de apoyo de las familias que han confiado en la formación que se ofrecía a sus hijos e hijas. Y al mismo tiempo un trabajo responsable de todo el personal que ha conformado el colegio para encontrar metodologías adecuadas y acompañar al alumnado en su evolución intelectual y socioafectiva dentro de los diferentes contextos y épocas, explica el centro en su página web.
La escuela mira al futuro con el mismo reto que entonces: educar de forma integral al alumnado. Lo resumen así: “Ayudarles a “abrir los ojos” y descubrir el mundo que nos rodea. Un mundo que debemos cuidar entre todos, con una conciencia global, con una sensibilidad ecológica, sin olvidar el respeto, la solidaridad y el compromiso hacia las personas que habitamos este planeta que es la casa de todos”. Detallan que trabajan para dar respuesta a las necesidades del momento actual juntos como comunidad educativa, con alumnado, familias, docentes, personal de administración y servicios y claretianos.
“Sintiéndonos herederos del legado del P. Claret, de su visión cristiana de la persona y el mundo. Miremos hacia el futuro con confianza, todos juntos, conocedores de nuestra historia, fieles a nuestra identidad. Celebramos estos 150 años . Tenemos un futuro lleno de historia”, concluyen con una reflexión firmada por Josep Sanz, titular de la escuela. La entidad prepara diversas actividades para celebrar esta importante efeméride con la comunidad educativa, exalumnos y el barrio que les ha visto crecer.